28/12/2010
PRÓLOGO
“Hace ocho años que se publicó la primera edición de este libro. Era una inicial incursión en un tema apenas investigado. La represión franquista sobre el estamento sanitario sobre todo médico. Entonces despertó tanto interés que pronto se agotó.
Su autor confesaba que cuando el libro se publicó y se presentó recibió numerosos testimonios de familiares y otros médicos y sanitarios represaliados. También manifestaba las dificultades para consultar el archivo del colegio médico. Esta nueva edición corrige estas limitaciones. El resultado es que tiene más del doble de páginas. Aumenta significativamente el número de represaliados y sus biografías, así como las referencias a la realidad social analizadas desde la Medicina. Tiene una útil referencia a páginas web y, sobre todo, abundante bibliografía nueva.
Desde entonces la preocupación de historiadores profesionales, periodistas, organización de víctimas y políticos han sido noticia casi a diario en la prensa. Nuevos libros y películas que documentaron el terror del franquismo en la guerra y en la posguerra. Descubrimiento de fosas y referencia a miles de dramáticas historias. La ley de memoria histórica, aunque coja, alentó más este panorama.
Pero el capital, que organizó el golpe y la represión política, por medio del ejército y el apoyo de la Iglesia (recordar la calurosa felicitación de Pío XII a Franco en abril del 39), siguen controlando el poder real evitando cuando puede, y se ve que puede mucho, que se conozca totalmente la verdad de los crímenes atroces cometidos y el interés de clase que los inició, mantuvo, y sigue queriendo ocultar.
Así consiguieron que la ley de la memoria, aprobada no contempla la anulación de los juicios franquistas, aquellos que condenaron a muerte por el delito de rebelión militar a los que se habían opuesto a ella.
Uno de los asuntos pendientes por destapar y que intentan impedir por todos los medios es la identificación de los verdugos. Algunos historiadores, como Dionisio Pereira han tenido que soportar juicio por su profesionalidad al estudiar estos temas.
Y el caso más evidente, más vergonzoso para nuestro país y para el poder judicial ha sido el proceso y la inhabilitación del juez Garzón, que recogiendo las denuncias de los familiares de las víctimas asesinadas con paradero todavía sin identificar. Inició un sumario llegando a la calificación jurídica del Alzamiento como un delito de lesa humanidad, cuantificando el número de desaparecidos, fusilados y niños, en más de 100.000, el número de fosas 60 en 19 provincias, e identificando a los protagonistas principales del golpe contra el gobierno legal de la República.
Se han publicado estudios monográficos de la economía de la guerra, pero siguen sin identificar los agentes intelectuales del golpe, y los que los financiaron.
El capital, cmo en todas partes, cuando vio peligrar sus privilegios recurrió a la más brutal represión, matando y torturando sin piedad a cientos de miles de personas para escarmiento de las futuras generaciones. Y por medio de la censura y de la enseñanza mercenaria de la historia borrar del recuerdo, los protagonistas y sus crímenes, hundiendo esa tragedia en la niebla del olvido. Pero como escribió Mario Benedetti: “Cuando la niebla se despeja el olvido está lleno de memoria”.
Esta nueva edición de este libro de David Simón será un impulso más para ayudar a recuperar sus memoria.” Manuel Peña-Rey, outubro 2010.
PRÓLOGO
“A Historia, ademais de moitas outras cousas, é unha cuestión moral. Un exemplo ben claro a este respecto é o ocorrido coa historia da nosa guerra civil. Moitos dos que interviñeron non figuran nela; non se lles deu, por mellor dicir, o sitio que lles correspondía (nin sequera como vencidos); na práctica é coma se non existiran nunca. Os vencidos, en efecto, primeiro fíxose que desapareceran; logo caeron no esquecemento porque os que os lembraban non puideron falar e, por razóns naturais, desapareceron tamén. A Historia -memoria dunha colectividade-, se se fai decentemente, trata de poñe-las cousas no seu sitio, e por iso moitas veces ha ser unha auténtica construcción e non mera re-construcción. Neste sentido, a Historia é, como dicía, unha cuestión moral porque é unha forma de xustiza. O que máis nos doe ós que fomos testemuñas de cómo se escribiu a historia nos corenta anos de franquismo, é a “inexistencia” histórica- de ningunha outra poden xa gozar- de tantos e tantos ós que fixeron desaparecer mediante a morte, a aldraxe, o exilio.
En morrendo Franco suxerín que se constituíra canto máis antes un Instituto para o estudio do Franquismo onde se acumulase ordenadamente todo o concernente á guerra civil e a esa prolongada posguerra que foi, en definitiva, o franquismo desde o comezo ata a fin. Non debía perderse nada daquilo, porque é a historia dunha prolongada ignominia. Pero na transición pediuse, e logrouse,a complicidade dos vencidos na prolongación do silencio e ata na amnesia do pasado. Un erro que cómpre emedar.
Ese pacto implícito hai algúns anos que se está a incumprir, e parte da historia que quedaba pr facer estase facendo e estase contando. A verdadeira dimensión daquela traxedia que foi a sublevación de Franco, os medios de que se valeu para acada-la seu triunfo (unha represión, suscitada desde arriba, en cada municipio, en cada aldea, no derradeiro recuncho do país, en cada profesión, en cada estamento…; e longa, moi longa), xa a van en xergando, se ban aínda parcialmente, as novas xeracións. Textos como o de David Simón Lorda, onde se recollen as probas documentais da represión nun estamento profesional, o médico, e nunha provincia, a de Ourense, dan a medida da meticulosidade coa que se procedeu na aniquilación de todo o que puidera empecela construcción do Novo Estado. Son testemuños ós que se ha recorrer cando se trate de completa-lo inventario do que foi aquela espantosa traxedia que nos tocou vivir.
Hai que seguir investigando. Hai que reescribi-la nosa Historia.”Carlos Castilla del Pino, abril 2002.
PRESENTACIÓN
” El trabajo Médicos ourensáns represaliados na Guerra Civil e a posguerra. Historias da “Longa noite de pedra”,publicado por la FUndación 10 de Marzo en 2002 nació como un divertimento, como una curiosidad derivada de mis pesquisas acerca de la historia de la medicina ourensana…Sin embargo, poco a poco se fue convirtiendo en un compromiso frente a la desmemoria y el olvido sufrido por estos colegas médicos y sus familias, todos ellos víctimas de la represión, la depuración y la barbarie de aquella guerra civil. Hoy presentamos una segunda edición corregida y aumentada de aquel libro de 2002.
Valores como libertad, solidaridad, participación ciudadana, compromiso social, igualdad, respeto a las personas…han estado presentes en todos y cada uno de los testimonios recogidos…Son, a su vez, valores que mi familia siempre me han transmitido y que intento que mis hijos asuman.” David Simón Lorda, 2010.
AGRADECEMIENTOS
” Hubiese sido imposible llevar a cabo este trabajo sin la generosa colaboración de todos aquellos que me facilitaron testimonios, documentación y orientaciones bibliográficas o documentales. Vaya aquí mi agradecimiento para todos ellos. Sería largo enumerar todos sus nombres y he procurado reflejarlos a lo largo del texto. Querría destacar aquí especialmente a os familiares de siguientes médicos: Bejarano, Meixengo, Vázquez Álvarez, Férnandez Carnicero, Vázquez de Parga y Peña Rey, especialmente a Manuel Peña-Rey Bouzas.
Orientaciones, materiales y pistas proporcionadas por investigadores, archiveros o amigos fueron decisivas a la hora de encarar el rumbo de las investigciones. Valgan los nombres de Xulio Prada, Dionisio Pereira, Marcos Valcárcel, José Vicente Martí Boscá, Xerardo Dasairas, José Luis Fernñandez Díaz, Xosé Rodríguez Cruz, Pepe Bouzas, “Amigos da República” (Ourense)…para representarlos a todos ellos.
Otro de los espaldarazos fundamentales a la hora de proseguir ha sido siempre el Colegio Oficial de Médicos de Ourense, tanto por las facilidades dadas para consultar sus fondos de archivo como por el interés mostrado en la primera edición del libro, el cual contenía y ampliaba el texto del premio de investigación “Cabaleiro Goás”, convocado el año 2000.
No querría dejar de señalar aquí a los “culpables” de mi vocación investigadora en temas de historia social de la medicina y de la psiquiatría gallega, y que fueron los psiquiatras santiagueses/lugueses Emilio González Fernández y Antonio Rodríguez López.
También agradecer la confianza depositada en este trabajo por la Fundación 10 de Marzo y las numerosas sugerencias aportadas por Víctor Manuel Santidrián y Ricardo Gurriarán, gracias a las cuales este trabajo puede ver finalmente la luz”.